Castigos para gatos


Sabemos que nuestros gatos pueden tener comportamientos que no podemos aceptar y que deben castigarse. Estos castigos deben ser realizados con efectividad para que el gato relacione su mala conducta con la situación que ha acontecido para que así no se repita el hecho.
¿Cómo deben ser los castigos para los gatos?
Son muchas las técnicas de castigos que se pueden emplear para castigar a un gato. Desde un comienzo debemos saber que los maltratos físicos o psicológicos no están permitidos y tampoco son beneficiosos para educar a un animal.
Una de las formas recomendadas es en el mismo momento en que se encuentra al animal cometiendo la infracción cogerlo del cuello como lo hace su madre y llevarlo a una habitación y encerrarlo allí solo.
Debemos saber que para realizar castigos efectivos éstos deben llevarse a cabo en el mismo momento en que el gato está haciendo el daño o la acción indebida. Nunca deben realizarse castigos tardíos, ya que el animal no relacionará éste con el hecho o la acción errónea.
Así mismo debemos recordar que los gatos, así como los perros u otras mascotas, necesitan de nuestro amor y de nuestra paciencia. Muchas veces debemos serlo mucho más que con los niños, ya que con éstos por lo menos podemos comunicarnos de forma más directa.
Con los gatos, muchos comportamientos dañinos pueden presentarse porque no se encuentra satisfecho o sus necesidades de juego y socialización no se ven cubiertas. Por estos casos se pueden presentar malos comportamientos que deben ser castigados, pero también solucionados desde la raíz.
Es entonces necesario que identifiquemos el origen del mal comportamiento, ya los amos podemos ser los que ocasionamos en ocasiones el origen del mal.
Para continuar con los castigos, debemos saber que los reclamos a los gatos se aceptan completamente. Sonidos o afirmaciones fuertes de “NO” o un “Ssssshhh” potente puede hacer que nuestro gato se detenga al instante.
También se pueden usar castigos asociativos como es mojarlo con un poco de agua. Para usar esta técnica se necesita un rociador con agua. En el momento que veamos el mal comportamiento rociamos al gato con agua sin que éste se dé cuenta o asocie este hecho con nosotros.
Con esto seguramente asociará la situación que realizaba con el agua y así dejará de hacerlo. En el caso de que reitere su mal comportamiento, debemos seguir con la misma técnica hasta que lo relacione.
Situaciones a evitar en los castigos para gatos
En los castigos que damos a nuestros gatos por sus malos comportamientos hay situaciones que deben evitarse completamente.
Una de ellas son los castigos físicos. Golpes o estrujones, entre otros, no están permitidos si lo que deseamos es un buen aprendizaje y tener a nuestro gato feliz.
Tampoco los maltratos psicológicos están permitidos y se asocian a reacciones violentas o de rencores que no queremos se presenten en nuestras mascotas.
Así pues también debemos evitar que el gato relacione directamente el castigo o la situación que se genere con la persona. Un ejemplo es no permitir que éstos vean cuando los rociamos con el agua ya que no será efectivo el castigo y en el momento de nuestra ausencia realizarán las malas acciones.
También debemos evitar mojarlos completamente. También en el momento de cogerlos del cuello no debemos menearles, ni tampoco tenerlos suspendidos mucho rato como castigo.
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