Gatos que roban comida
Primero aclarar que el problema no es solo porque roben comida que encuentren por la cocina o por la casa, sino que muchos de los gatos se suben a la mesa mientras comemos e intentan llevarse alimentos. Este problema es aún más molesto porque nos provoca ansiedad. ¿Qué hacer en estas situaciones? Vamos a ello.
Lo primero que tenemos que entender es el porqué de su comportamiento, lo que nos ayudará a encontrar una solución. Muchos decís que el gato os roba la comida aunque su plato esté lleno, así que analicemos si es un problema por la comida.
Recuerda que la comida de los gatos debe servirse en el momento que vayan a comérsela porque son animales muy sibaritas a los que generalmente no les gusta la comida reblandecida, cosa que ocurre con los alimentos que pasan mucho tiempo a la intemperie. Así que ponle solo la comida que deba comer en el plato.
También podemos pensar que la comida humana les gusta más que la suya, pero realmente no es así. La comida para gatos es un auténtico manjar para ellos, siempre que encontremos la marca o la variedad que le guste. Si al gato le gusta la comida que le has puesto lo notarás enseguida, pero de no ser así, no se alimentará bien y querrá comer alternativas.
Por último otro posible motivo es el hábito que hayamos podido crear en el animal. Es muy frecuente ver a dueños de gatos dándole restos de comida o incluso dándoles a probar comida cuando se acercan a la mesa. Este hábito hace que el animal vea como algo natural el gesto de comer la misma comida que vosotros, por lo que luego no entiende que no pueda hacerlo.
Y ahora viene la respuesta a la pregunta que os estáis haciendo: ¿cómo solucionamos estos robos de comida? La respuesta genérica es la de crear un hábito nuevo en el animal para que deje de comerla.
Si la comida que come es la que encuentra por la casa, ten a mano siempre el pulverizador de agua y cuando veas que se acerca peligrosamente a los alimentos échale un buen chorro de agua sin que sepa que eres tú. Este gesto inesperado no les gusta y poco a poco entenderán que algo no está bien en su comportamiento.
Para los gatos que se suben a la mesa el fondo es parecido, aunque no el hecho. Cuando se suba a la mesa lo que tenemos que hacer es decirle un rotundo “no”, coger al animal y sacarlo fuera del comedor sin dejarle entrar durante el resto de la comida. Poco a poco el instinto del gato hará el resto.
Aunque las dos soluciones parezcan fáciles no decimos que en la práctica sean rápidas, ya que os llevará un tiempo. Lo ideal es no tener que llegar al momento de tener que cambiar estos hábitos, y para ello lo mejor es evitar los comportamientos que hablábamos al principio cuando los gatos son pequeñitos. En esto como en muchas otras cosas, lo importante es inculcar los hábitos desde gatitos.
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