Gatos javaneses
El origen de esta raza ya podemos intuir de donde viene. Los gatos javaneses provienen del cruce entre gatos siameses y gatos balineses. En su creación encontramos incluso cruces con gatos orientales, tanto de pelo corto como de pelo largo.
Su origen surge tras la idea de algunos criadores de buscar una modificación en el siamés tradicional, cambiando su pelaje y los tonos de éste.
El resultado de esta búsqueda ya os decimos que son unos bellísimos ejemplares que, al contrario de lo que podríamos pensar, no provienen de la raza Java.
Rasgos
La raza javanés es una raza de gatos medianos con un cuerpo muy proporcionado. En su cabeza triangular de forma convexa encontramos unos rasgos de rostro en los que destaca su fina y alargada nariz, así como su hocico delgado.
Sus ojos, de mediana longitud, poseen una bella forma almendrada. Dentro de los colores aceptados en los ojos se encuentran el verde o el azul muy intenso.
Las orejas del javanés son de gran tamaño y de terminación puntiaguda. Las proporciones de su cuerpo en general son alargadas y fuertes, debido a su buena musculatura.
No es un gato robusto, sino esbelto y elegante como el siamés. Su cola es de longitud alargada y presenta bastante pelaje. Ésta no es gruesa, sino fina de principio a fin.
El pelaje del javanés es uno de sus rasgos más característicos. Éste es muy tupido y de longitud mediana. Este gato posee un collar donde el pelaje es más largo. En la cola también apreciamos que existe mayor cantidad de pelo.
Carácter
Este gato es uno de los más “parlanchines” que podemos encontrar en el mundo. Este rasgo lo heredó de los gatos orientales, de los que también heredó su energía.
El javanés es igualmente un gato cariñoso con su dueño y su familia, aunque tiende a ser muy posesivo. Además es juguetón y muy activo.
Cuidados
Los cuidados de esta raza son sencillos: tres cepillados de su pelaje semanales para cuidar su pelaje, una buena alimentación y, sobre todo, mucho amor.
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