Educación de los gatitos


¿Quieres educar bien a tu gato desde pequeñito y evitar posibles problemas futuros de comportamiento? En el siguiente artículo hemos preparado una serie de indicaciones para educar correctamente a un gatito.
Son varias etapas cruciales que nos ayudarán en este proceso de aprendizaje tan necesario para un correcto comportamiento de nuestra mascota durante toda su vida. Partiendo de ellas su educación nos será más sencilla, ya lo verás.
La socialización de los gatos en su edad temprana es una de las pautas más importantes que hay que tener presente. Las primeras 12 semanas es crucial que el pequeño las pase junto a su madre y junto a sus hermanitos, porque en ese entorno aprende a socializarse, a jugar, a respetar a los otros, a controlar su mordida, hábitos de higiene, etc.
Como vemos los comportamientos que queramos que adopte se los tenemos que inculcar desde bien pequeños, porque hacerlo con un gato adulto no es imposible, pero sí bastante complicado. Así que debemos acostumbrar al pequeño al estilo de vida que queremos que lleve.
La socialización con el entorno que le rodea es una de esas cosas que debemos inculcarle. Para ello debemos acostumbrarle desde cachorros a estar con otras personas, con niños, con otros gatos, con perros y otros animales domésticos, etc. Todo esto no lo realizaremos de golpe, claro está, pero paulatinamente haremos que el animal se relacione con una amplia variedad de gente, animales y circunstancias.
Los hábitos de higiene es otra de las cosas a las que debemos acostumbrarle desde pequeñitos, porque esto nos facilitará enormemente la tarea para años posteriores. Si el animal coge como un acto positivo acciones como el cepillado del pelo o de los dientes, conforme vaya creciendo estos actos serán normales para él y los tomará como otro momento especial junto a su dueño. Así que desde pequeños introduce este tipo de hábitos de una forma normal y paulatina.
Igualmente desde su llegada a casa debemos habituarlo a su entorno y a posibles situaciones que puedan plantearse en un futuro. Con ello no solo hablamos de que conozca la casa, sino que lo habituemos también a los transportes, haciendo que se familiarice con la caja de transporte, etc.
Hacerse respetar es fundamental para que el animal sepa cual es tu papel y cual es el suyo dentro de los roles familiares. ¿Cómo conseguirlo? Una buena forma de hacerlo es gracias al siguiente gesto: jugando con él, cógele delicadamente de la piel del cuello y acuéstalo de un lado. Con la otra mano acaríciale el vientre hasta que se calme. En el momento que se calme, suéltale y vuelve a jugar con él como si nada. Repite este gesto los primeros días y así el animal aprenderá que debe respetaros.
Por cierto, mucho cuidado con jugar con los gatitos con las manos. Es algo que vemos habitualmente pero es una práctica que puede ser contraproducente, porque jugando con las manos con el pequeño éste puede pensar que es un juego divertido morderlas (un comportamiento muy frecuente cuando jugamos de esta manera con ellos), y crecerán con esa molesta costumbre. Y es bastante complicada quitarla una vez la han adquirido.
Y para terminar os mostramos un pequeño gesto para darle una “reprimenda” al pequeño si hace algo que no queremos. Las mamis reprenden a sus pequeños cogiéndoles de la piel del cuello y agachándolos durante unos segundos. Eso es lo que deberemos hacer nosotros. Esta operación la haremos con suavidad pero con firmeza.
Con tecnología de Blogger.