Higiene de la piel del gato

La piel de los gatos, al igual que ocurre con la de los seres humanos, es el órgano más grande que posee y ésta realiza una de las funciones protectoras más importantes en la vida del animal. La piel es la encargada de ser la barrera contra los agentes que pueden dañar órganos internos.

Aunque sabemos que el gato se caracteriza por ser un animal muy limpio y por esmerarse mucho en su  aseo es necesario realizar cepillados semanales en aquellos de pelo corto y más constantes en aquellos de pelaje largo.

Esto ayuda a eliminar el pelo muerto y a oxigenar la piel del animal permitiendo que un nuevo pelo crezca. Así mismo este cepillado evitará la acumulación excesiva de polvo y grasa que también afectarían a la salud de la piel.

De igual forma es muy recomendable desde pequeños acostumbrar a los gatos a recibir baños con agua y champú especial para ellos. Estos baños no deben ser en cantidades excesivas (nunca mñas de 3 o 4 baños anuales) ya que podríamos trastocar el PH de la piel del gato.

Es necesario que en el momento del baño se realice un buen enjuague del champú ya que dejar residuos de éste en su pelaje puede causar daños e irritaciones en la piel.

En caso de presentarse alguna anomalía en la forma de la piel como irritaciones, dermatitis, descamaciones, perdida excesiva de pelo, etc. se debe acudir al veterinario para que se pueda establecer de forma exacta alguna enfermedad que pudiera estar presentándose en nuestra mascota.

Recuerda que la belleza de la piel y del pelo del gato son la mejor muestra de un animal completamente sano y lleno de vida.

Problemas a evitar con la higiene de la piel del gato

Limpiando la piel de nuestro gato ya sea a través del cepillado o de los baños podemos detectar posibles enfermedades y prevenirlas a tiempo. Este tipo de problemas que detectaremos al limpiarlo generalmente no serán ocasionados por la falta de higiene. Estamos hablando de problemas de alergias, dermatitis, etc.

Hablemos primeramente de las alergias. Éstas pueden presentarse por la ingesta de algún alimento no tolerado por el animal o por el contacto con sustancias irritantes. Sus síntomas son inflamaciones y e irritación en la piel del animal.

La dermatitis es otro de los problemas que se pueden detectar al hacer la higiene de la piel del gato. Ésta se puede presentar por la presencia de ácaros, polen y también moho en el pelo del animal.