Gatos siberianos
Gatos de gran tamaño, éstos se caracterizan por gozar de una salud de hierro y por su carácter tranquilo.
Su salud de hierro puede que se haya forjado a lo largo de los varios siglos que el gato siberiano ha tenido que soportar los grandes fríos de Siberia, con temperaturas que en ocasiones alcanzan los 30 grados bajo cero.
Esta temperatura son capaces de soportarla gracias a su más que abundante pelo semilargo. En verano es la época de muda de esta raza y llegan a perder casi todo su pelaje, convirtiéndose casi en gatos de pelo corto.
Rasgos
Los gatos siberianos son generalmente gatos muy grandes, aunque eso no quiere decir ni mucho menos que sean gatos gordos. Son gatos con una estructura ósea muy grande. Los gatos machos pueden pesar entre 6 y 10 kilos, mientras que las hembras entre 3,5 y 7 kilos.
Su gran tamaño también muestra la gran fuerza que estos gatos poseen. Sus patas, potentes y musculadas, son de un tamaño medio. Sus pies son grandes y redondeados, y tiene pelaje incluso entre los dedos. Aunque puedan parecer gatos pesados éstos poseen una agilidad y velocidad propia de su historia de gran cazador.
Carácter
Como la mayoría de razas domésticas grandes, el siberiano es un gato tranquilo y amigable, aunque muy juguetón y entusiasta. La inteligencia es uno de sus puntos fuertes. Es un gato que disfruta participando en nuestras actividades, aprendiendo de ellas y que incluso intentará imitarlas. Son gatos a los que se les puede hablar para que entiendan las cosas. Tanto es así, que son capaces de entender que deben tomarse una medicina si se le explica pacientemente.
Son gatos familiares que llevan muy mal la soledad, por lo que es aconsejable no adoptarlos si van a estar muchas horas solos. Les encanta jugar con el agua e incluso llevan bien eso de viajar en coche. Son tan curiosos que verás como disfrutan mirando por las ventanas.
La raza siberiana es muy amoldable, por lo que se adaptará perfectamente a sus dueños. Tanto es así que pronto imitará sus hábitos y responderá a sus motivaciones. Por ello sus dueños deberán tener mucho cuidado con el ejemplo que le dan. Por ejemplo, si nos reímos si el gato se sube a la cortina para matar a una mosca, puede que el gato lo interprete como algo positivo y tengas que cambiar de cortinas cada dos meses.
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