Gatos de pies negros


El gato de pies negros (también conocido como gato de patas negras) es un felino salvaje de pelaje moteado y reducido tamaño. Su nombre proviene de sus plantas de los pies, que están recubiertas de pelos negros que le protegen del calor sofocante y de las temperaturas extremas del desierto.
Es tan pequeño que es la especie felina más pequeña de África y una de las más pequeñas del mundo debido a sus 26 cm de altura y sus 42 cm de longitud. Su peso apenas alcanza los dos kilos en los machos, mientras que el de las hembras ronda los 1,3 kg.
Pero todo lo que tiene de pequeño, lo tiene de feroz. Estamos ante un depredador audaz y valiente, excelente cazador de pequeños mamíferos y aves durante la noche. Típico de hábitats áridos, podemos encontrar al gato de pies negros en Sudáfrica, Namibia, Botsuana, Angola, Mozambique y Zimbabue.
Su cabeza, larga con las orejas de porte bajo, parece desproporcionada con comparación con el resto del cuerpo. Su pelaje presenta un color que va del marrón claro al marrón canela con su característico moteado negro. Las marcas se funden en rayas en las piernas y en la cola. Por la noche, sus ojos irradian reflejos azulados cuando reciben luz.
El gato de pies negros es un animal carnívoro de actividad nocturna que caza a últimas horas de la tarde o a primeras horas de la mañana. Durante el día se esconde en madrigueras de liebres, en grietas de rocas, debajo de arbustos o en la sombra de termiteros.
Este animal adopta la organización territorial propia de los gatos: un macho cubre los territorios de varias hembras. En éstas el marcaje del territorio se da principalmente por el flujo de orina, y aumenta un mes y medio antes de la época de reproducción, disminuyendo durante el embarazo y desapareciendo en la cría de los pequeños.
El gato de patas negras es un animal tímido que trata de ocultarse a la menor perturbación. Sin embargo, cuando se ve acorralado, es capaz de defenderse ferozmente. Incluso en cautiverio, su carácter feroz no desaparece y es imposible domarlo. Aunque sí se adapta bien a la cautividad.
Este felino cuenta con un maullido bastante característico, parecido a un rugido.
A diferencia de otros gatos el desierto, como el gato de las arenas que tiene grandes patas cubiertas con pelo entre las almohadillas que no se hunden en la arena, el gato patas negras tiene unas pequeñas piernas delgadas. Quizás por eso no se encuentran ejemplares de esta raza en zonas de dunas.
Debido a su pequeño tamaño, el gato de pies negros tiene que enfrentarse a muchos depredadores de mayor tamaño que él. Búhos, serpientes, chacales y caracales (especial éstos últimos) no dudan en aprovecharse de ellos si tienen la oportunidad.
Él por su parte se alimenta principalmente de pequeñas presas, roedores y pequeños pájaros, debido a su pequeño tamaño. Pero no duda cuando tiene la oportunidad de hacer frente a presas más grandes como liebres o avutardas. Ranas, lagartos e insectos son sólo una pequeña parte de su dieta. También come huevos cuando los encuentra.
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