Gatos con diabetes


¿Tu gato es diabético? Si quieres asegurarle a tu mascota una vida prácticamente normal (aunque sensiblemente diferente a pesar de todo) lo mejor es conocer la enfermedad que puede afectar a nuestros animales, conocer sus síntomas, y saber los cuidados que debemos procurarles.
La diabetes es un trastorno hormonal que afecta comúnmente a los gatos de entre 10 y 13 años de edad, que presentan un exceso de azúcar en la sangre permanente. La diabetes es un problema mucho más común de lo que pudiéramos llegar a pensar, y afecta principalmente a gatos obesos y a gatos castrados.
Una de las cosas que debemos de tener claras es que aunque nuestro gato sufra de diabetes no tenemos que pasar un mal rato, ya que existen tratamientos muy eficaces para ello basados en los últimos descubrimientos en medicina humana. Nuestro veterinario nos ayudará con su tratamiento, pero por suerte es más sencillo de lo que parece, ya lo verás.
Lo primero de todo es conocer los síntomas de la diabetes en los gatos. Éstos tienen bastantes similitudes con los síntomas que se presentan en los seres humanos. Hablamos de la presencia de una sed intensa, orines frecuentes o pérdida de peso. Éstos son los 3 síntomas más frecuentes.
Aún así pueden presentarse otros como vómitos, pérdida del apetito, estado de decaimiento general, piel con un aspecto degradado o anomalías respiratorias. Si en tu gato adviertes algunos de estos síntomas lo mejor que puedes hacer es acudir al veterinario para que éste diagnostique la salud de tu mascota.
¿Qué ocurre si las pruebas veterinarias dan positivo? Primero de todo que tenemos que conservar la calma, porque contrariamente a lo que muchos piensan, los gatos diabéticos pueden vivir muchos años felices con este trastorno.
Los tratamientos en gatos diabéticos varían dependiendo de los casos, aunque en todos los procesos se revisa muy bien la alimentación del animal, el número de comidas y generalmente se les administra dosis diarias de insulina.
Para las inyecciones de insulina se usan unas jeringas especiales con unas agujas muy finas que hacen que el gato difícilmente sienta ningún pinchazo. Para asegurarnos de que el animal no padezca lo más mínimo tu veterinario puede recomendarte que le ofrezcas algo de comer en el momento del pinchazo, para que el animal esté distraído comiendo y no se entere de nada.
Pero por favor no te asustes con todo esto, que tener que administrarles insulina diariamente si nos lo tomamos como debe ser (o sea, bien), puede ser un momento especial más con nuestra mascota. Además el gato sentirá con el paso de los días que ese medicamento que recibe le hace bien y es probable hasta que le guste ese momento íntimo contigo.
Un elevado porcentaje de los gatos que reciben su tratamiento viven una vida placentera y feliz, así que no desesperes por nada. Además piensa que tu mascota es alguien muy especial para ti, y cuidarle como lo haces es un gesto de amor enorme que a él le hace bien. Y a ti también debe hacértelo.
Con tecnología de Blogger.