¿Cómo hacer adelgazar a un gato?


Uno de los problemas más frecuentes con los gatos domésticos es la obesidad felina. Muchos de nuestras mascotas están por encima de su peso ideal y esto puede resultar más problemático de lo que parece, pudiendo llegar a causar problemas médicos relevantes.
Para saber cómo hacer adelgazar a nuestra mascota, lo primero que queremos que sepas es lo que es la obesidad felina. Ya hablamos de este tema en este otro artículo de la web, pero haremos un breve resumen.
Se habla de obesidad felina cuando nuestro gato presenta un peso que sobrepasa los límites de peso permitidos para ese tipo de raza y para la edad de nuestra mascota.
Para evitar que nuestro gato rebase el umbral marcado por los consejos médicos, lo ideal es conocer las causas que provocan esta obesidad para eliminarlas del día a día del animal.
La obesidad en los gatos puede presentarse por 2 factores principales. El primero de ellos es el estilo de vida del gato, sedentario y sin casi actividad física en su día a día.
El segundo de ellos es un exceso de alimentación o un alimento inapropiado para el animal, alimento con un alto contenido de energía que acaba generando ese temido sobrepeso que intentamos evitar ya que el gato es incapaz de quemarla con su forma de vida.
¿Qué problemas puede generar la obesidad en los gatos?
Para que podamos entender mejor el problema de la obesidad felina y para que veamos que esto va más allá de un problema de “apariencia”, es necesario conocer algunos de los problemas de salud que pueden afectar a nuestras mascotas debido al exceso de peso.
Las enfermedades más comunes que se presentan debido a la obesidad son diabetes, daños cardiovasculares, infecciones, daños en la piel, dificultad para respirar y problemas de visión.
¿Qué podemos hacer para ayudar a adelgazar a nuestro gato?
Lo primero que tenemos que hacer es encontrar el factor que está provocando la obesidad y tratarlo. Porque puede que estemos alimentando bien a nuestra mascota, pero al llevar ésta una vida demasiado sedentaria no consumir la energía que debería.
Si el problema es un exceso de alimentación, evidentemente tendremos que ceñirnos a las necesidades nutricionales de nuestra mascota y darle justo la cantidad necesaria.
Si el problema es que la alimentación no es correcta, lo que tendremos que hacer que cambiarla y dársela adaptada a su edad o a su raza. Todos esos aspectos podemos tratarlos con el veterinario y éste nos aconsejará al respecto. Además nos ayudará a establecer un plan dietético y de actividad física. 
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