Consejos para bañar al gato


Hay una idea muy extendida que dice que los gatos no son muy amigos del agua. Esta creencia es cierta…a medias, porque si acostumbras al gato desde pequeño al agua, el gato disfrutará mucho de los momentos en el baño.
El gato puede aprender a bañarse, pero este aprendizaje debe ser realizado en la etapa de socialización del cachorro, o sea, entre el primer y el segundo mes de vida. En estos meses el gato es receptivo a todas las enseñanzas de manejo social que se queramos impartir en él.  A favor del baño en los gatos diremos que es una actividad que refuerza la relación social entre el gatito y su dueño, al igual que ocurre con el cepillado, las caricias o los juegos.
Si sigues pensado que los gatos no están hecho para el agua, queremos demostrarte que esa afirmación no es cierta. No todos los gatos le tienen miedo al agua. De hecho hay muchos no que no solo juegan con el agua, sino que además se mojan solos. Un claro ejemplo es la raza Turco Van, que vive en la zona del lago Van en Turquía. El alimento natural de esta raza de gatos son los peces que pescan en el río.
Volviendo al tema del baño de los gatos, debes saber que bañar al gato puede ser una actividad placentera para él y para ti. Para ello sólo tenemos que acostumbrar al felino a dicho procedimiento y seguir unas sencillas pautas que a continuación te presentaré.
¿Cómo dar el baño?
 Antes de empezar debemos tener claro que es importante disponer de tiempo de sobra, al menos 1 hora, para poder disfrutar del baño con nuestro gato. También es conveniente hablar y acariciar a nuestro gato durante todo el procedimiento para calmar la ansiedad del animal. El ambiente debe ser tranquilo y si es posible, debe ser la misma persona la que bañe al gato siempre.
El baño lo puedes realizar en cualquier pila de la casa. Lo único imprescindible es que el gato quepa y que el agua esté tibia. Debes tenerlo todo preparado a mano en el lugar donde vayas a darle el baño. Hablamos de champú, toalla, secador, etc. Se debe usar un champú específico para gatos, no utilizar cualquiera de los nuestros.

El agua debe estar tibia, a una temperatura de unos 30 grados, y resulta conveniente dejar correr un rato el agua para que el animal se acostumbre al ruido. Ves mojando al gato poco a poco al principio con la mano o con la ayuda de alguna esponja suave, pero nunca con el chorro de la ducha directamente. El baño lo haremos con caricias, acariciándolo de una forma suave. Recuerda que siempre debe ser un ambiente relajado y tranquilo.
Con estas caricias enjabonaremos al gato y dejaremos que actúe sobre el manto durante unos 5 minutos. Una vez transcurrido este tiempo, aclara el cuerpo del animal con abundante agua para que no queden restos del jabón. Si quedaran restos éstos podrían provocar picores posteriores o incluso malestar.
Una vez llegado a esta fase llega el momento del secado del gato. Es muy importante hacer un perfecto secado de todo el pelo. Nunca hay que dejarlo húmedo a no ser que sea verano y la temperatura lo permita. Para secar el pelo es conveniente comenzar con una toalla para sacar la mayor cantidad de agua y luego seguir con un secador de aire caliente.
Nunca utilices un secador el primer día que bañes al gato pues les molesta mucho el ruido y nunca más querría volver a bañarse. Lo recomendable en los baños posteriores es usar algún secador de bajo ruido y encenderlo unos minutos antes de utilizarlo para que el gato se habitúe al ruido. Haz breves maniobras de acercamiento para que se dé cuenta de que el artilugio es inofensivo. Si a pesar de nuestras precauciones es imposible proceder al secado, no te preocupes, ten paciencia y poco a poco se dejará.
En estos casos retira la mayor parte de agua con una o más toallas secas y permite al minino que se termine de secar en una habitación tranquila y caliente. Recuerda que nunca hay que dejarlo húmedo a no ser que sea verano y la temperatura lo permita. Si no está muy asustado una vez seco, lo podremos peinar poco a poco.
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